El cuento que he escogido para esta
actividad es “El lobo y los siete
cabritillos”, es un cuento folclórico al que le tengo especial cariño ya que me lo
contaba mi madre de pequeña y me gustaba tanto que le pedía que me lo volviera a contar
una y otra vez.
La versión que he leído para preparar la actividad es la de Charles Perrault, uno de los grandes recopiladores de cuentos folclóricos. Perrault se caracteriza por su simplicidad y mesura en sus cuentos, por una carga irónica elevada en la que resulta difícil saber si premia, castiga o se burla de la conducta de un personaje.
Debido a su carácter folclórico,
he considerado que la estrategia más adecuada para narrar este cuento es la
técnica del cuentacuentos. Recordemos, que los cuentos folclóricos fueron
creados y transmitidos de forma oral durante siglos, por lo que creo
fundamental no perder esta característica. Por otra parte, con esta técnica se
crea una conexión especial entre el narrador y los oyentes, se capta la
atención del oyente de manera natural y embaucadora, se crea un ambiente mágico
y permite dar rienda suelta a la imaginación.
La edad a la que dirigiría el
cuentacuentos sería para niños de 4 años, pues siguiendo el temario de la
asignatura, el alimento literario de este periodo es el cuento folclórico y
además el cuento para 4 años puede liberarse de la imagen en el momento de la
narración, pues no la necesita. Será la palabra del narrador la que haga que el
niño visualice las imágenes del cuento.
Además, en esta etapa se disfruta con el animismo: animales que hablan y que llevan una vida paralela a la de los humanos. Tienen especial interés por los relatos con animales que entrañan peligro, con niños que pierden el apoyo del hogar paterno pero que, finalmente llegan a un desenlace feliz.
En definitiva, el cuento de “El lobo
y los siete cabritillos” es adecuado para narrarlo a niños de 4 años mediante
la técnica del cuentacuentos por las siguientes razones:
- Es un cuento folclórico.
- Con cuatro años, el cuento puede liberarse de la imagen.
- El relato es sencillo, de estructura lineal, con planteamiento, nudo y desenlace feliz.
- Los personajes son animales, cosa que gusta a los niños; y además se les puede dar voz sin que suponga complicación ni confusión.
- Hay un personaje que entraña peligro, el “famoso” lobo, aspecto que entusiasma en esta edad.
- Hay personajes niños, en este caso cabritillos, que pierden el control paterno durante un tiempo, algo que también les sugiere interés a los lectores de esta etapa.
- El cuento permite realizar pausas, formular preguntas, que los niños participen ,etc.
- Hay repeticiones que producen intriga y enganche al relato “TOC,TOC TOC- ¿Quién es?- Abrid la puerta soy vuestra madre” “Enséñanos la patita por el agujero de la puerta” “Tú no eres nuestra mamá, vete de aquí lobo malo”
Seguramente conozcáis el cuento del lobo y los siete cabritillos, aquí lo dejo para aquellos que no lo conozcan y para aquellos que quieran volver a recordarlo:
Había
una vez una casita en el bosque donde vivía Mamá Cabrá y sus siete cabritillos.
Los cabritillos eran muy obedientes, Mamá Cabra siempre les advertía de los
peligros del bosque.
Un día Mamá Cabra se fue a comprar y les dijo a sus hijos:
Un día Mamá Cabra se fue a comprar y les dijo a sus hijos:
- Tened cuidado si
viene el lobo, no le abráis la puerta. Le reconoceréis porque tiene la voz
ronca y las patas negras.
Al poco tiempo de marcharse Mamá Cabra a comprar, el lobo llamó a la puerta de la casa de los cabritillos.
Al poco tiempo de marcharse Mamá Cabra a comprar, el lobo llamó a la puerta de la casa de los cabritillos.
- Toc,Toc
- ¿Quién es?- Contestaron
los cabritillos
- Abrid la puerta soy
vuestra madre ( Voz ronca)
- Mamá tiene la voz
dulce y tu muy ronca, vete de aquí lobo malo!
El lobo se fue a la farmacia y se compró unos caramelos de menta para suavizar la voz. Entonces volvió a llamar a la puerta:
- Toc,Toc
- ¿Quién es?
- Abrid la puerta soy
vuestra madre – Esta vez con voz suave
Los cabritillos no se lo creían del todo, entonces le dijeron al lobo:
Los cabritillos no se lo creían del todo, entonces le dijeron al lobo:
- Enséñanos la patita por el agujero de la puerta
El lobo metió su enorme pata negra en el agujero de la puerta y los cabritillos dijeron:
- ¡Mamá tiene las
patas blancas y tú las tienes negras. Vete de aquí lobo malo!
El
lobo, muy enfadado, se fue a la panadería, metió las patas en harina para que
se le pusieran blancas y volvió a la casa de los cabritillos:
- Toc Toc,
- ¿Quién es?
- Abrid la puerta soy
vuestra madre
- Enséñanos la patita
por el agujero de la puerta
Al
ver que la patita era blanca, los cabritillos abrieron la puerta y de pronto
vieron que era el lobo, así que todos corrieron a esconderse por la casa:
debajo de la mesa, detrás de las cortinas, dentro de la cama… y el más
pequeñito que era muy listo ¿Sabéis dónde se escondió?, se
escondió dentro del reloj de cuco que tenían colgado en la pared.
El
lobo fue registrando la casa y se fue comiendo los cabritillos uno por uno,
pero hubo un cabritillo que no encontró y que por tanto no se lo comió ¿Sabéis quién fue? El cabritillo pequeño que se había escondido en el reloj
de cuco.
Cuando
Mamá Cabra regresó de comprar se encontró la casa toda revuelta y vacía,
asustada comenzó a llamar a sus hijos. El cabritillo pequeño que la oyó empezó
a gritar:
- Mamá, Mamá estoy
aquí, dentro del reloj de cuco
Mamá
Cabra sacó al cabritillo del reloj:
- ¿Qué ha pasado aquí?
¿Dónde están tus hermanos?
- Ha venido el lobo y
se los ha comido a todos
Mamá
Cabra cogió unas tijeras, aguja e hilo y le dijo a su hijo pequeño:
- Vámonos al bosque a
buscar al lobo.
Así,
se fueron por el bosque a buscar al lobo y de pronto lo vieron durmiendo bajo
un árbol. El lobo tenía la tripa muy gorda y se le movía además, por lo que
Mamá Cabra se dio cuenta de que sus hijos aún estaban vivos.
Mamá
Cabra se acercó al lobo, con las tijeras abrió su tripa y fue sacando
a los cabritillos. Para que el lobo no se diera cuenta, Mamá Cabra cogió unas cuantas
piedras, se las metió dentro de la tripa y se la cosió.
Cuando el lobo despertó, ¿Qué creéis que le pasó? tenía mucha sed, así que se acercó al río a beber agua, pero como le pesaba tanto la tripa, se cayó dentro del río y se hundió para siempre.
Y los cabritillos fueron felices y comieron perdices y a mí no me dieron porque no quisieron.
PREPARACIÓN DE LA ACTIVIDAD
Para preparame esta activad, me leí el cuento de”El lobo
y los siete cabritillos” para recordarlo y a continuación lo narré en voz alta
frente al espejo un par de veces, lo interpreté y lo entoné como creí conveniente.
He optado por un narrador cercano, con tono misterioso y que provoque intriga y
he decidido enfatizar lo siguiente:
- La voz dulce de la madre
- La voz ronca del lobo
- La fórmula repetitiva cuando el lobo llama a la puerta, para que los oyentes se queden con ella y participen repitiéndola.
- El susto de Mamá Cabra cuando llega a casa
- El desenlace
Después pensé en qué pausas realizar y qué preguntas introducir para implicar a los espectadores en el relato, las he marcado en el cuento escrito más arriba para que quede más claro.
Continué por pensar en cerrar el cuento con una ronda de preguntas finales:
- ¿Alguna vez os han dejado en casa sólos?
- ¿Abrís la puerta cuando llaman?
- ¿Y que hacéis? ¿Abrís directamente o preguntáis quién es?
- ¿Dónde os esconderías si fuerais un cabritillo del cuento?
Y finalmente elegí una introducción al cuento que consistiría en:
"Mi madre me contaba siempre un cuento que me gustaba
mucho, se llama “ El lobo y los siete cabritillos”
-¿Sabéis que es un lobo verdad? ¿Cómo hace el lobo? ¡
Aaaaaauuuuuuuu!
- ¿Es bueno el lobo?....No en todos los cuentos el lobo
tiene que ser malo, seguro que hay cuentos donde los lobos son muy buenos.
- ¿Y un cabritillo, quién sabe lo que es un cabritillo?....
El cabritillo es el hijo de la cabra, las cabras son como las ovejas pero se
diferencian porque las cabras tienen cuernos.
Bueno pues este cuento trata de un lobo y siete
cabritillos…."
Al realizar la actividad frente mis compañeras me señalaron la idea de caracterizarme, de ponerme en pie, moverme y teatralizar más; así como utilizar algún elemento o disfraz para que los niños identifiquen la hora del cuento.
Tras reflexionar sobre éstos aspectos, pensé también en llevar
material externo como unos caramelitos de menta para que los niños perciban
como se suaviza la garganta y un bote de harina para pringarse y ver como las
manos se quedan blancas.
El momento del día en que realizaría el cuentacuentos en el aula sería bien después de la asamblea a primera hora, después del recreo o a la última hora de la tarde. Es conveniente organizar bien el tiempo, pues si se va a llevar el material externo como la harina, hay que tener en cuenta que se ha de disponer de un tiempo para lavarse las manos.
El momento del día en que realizaría el cuentacuentos en el aula sería bien después de la asamblea a primera hora, después del recreo o a la última hora de la tarde. Es conveniente organizar bien el tiempo, pues si se va a llevar el material externo como la harina, hay que tener en cuenta que se ha de disponer de un tiempo para lavarse las manos.
El libro en sí , podría ser colocado en el rincón de
cuentos del aula para que los niños puedan recrear el relato con imágenes, una
vez finalizado el cuentacuentos.
También se podría poner un vídeo; en este vídeo el lobo toma tiza en vez de caramelos de menta para suavizar la voz y se cae a un pozo y no al río, por lo que habría que valorar si se va a utilizar el vídeo, modificar el cuento narrado en esos aspectos.
Ha sido una experiencia muy agradable poder escuchar y
narrar cuentos infantiles a personas adultas y aprender unos de otros. Seguramente,
estando frente a los niños, te sueltas más, te cohibes menos y la vergüenza se
te va. Este taller me ha servido para ver que soy capaz de hacer un
cuentacuentos, en primer momento pensé en hacer una lectura e incluso una
narración con libro para sentirme más apoyada y acompañada, puesto que en el cuentacuentos todo el peso recae sobre el
narrador. El papel del narrador es fundamental, interpretar de manera adecuada,
las entonaciones, los ritmos, las miradas, cómo implicar a los oyentes, cómo conectar con
ellos, etc.
Al final opté por un cuentacuentos, quizá me faltó más
tiempo de preparación, pero aun así me siento satisfecha con mis resultados.
He de controlar los nervios y las miradas, así como la interpretación y la no sobreactuación.
He podido disfrutar de narraciones y cuentos estupendos por parte de mis compañeras, que seguro que utilizaré en el futuro y me servirá de referencia la forma en que ellas lo narraron.
He podido disfrutar de narraciones y cuentos estupendos por parte de mis compañeras, que seguro que utilizaré en el futuro y me servirá de referencia la forma en que ellas lo narraron.
FUENTES CONSULTADAS
- Módulo docente Literatura Infantil ( Irune Labajo). Universidad de La Salle. Madrid