Resulta curioso y enriquecedor escuchar distintas versiones y adaptaciones de un cuento que ha sido transmitido oralmente desde hace siglos y se ha extendido por todos los países, por todas las culturas, por todos los pueblos...
¿Y cuál es la versión original de un cuento folclórico? ¿La que te contó tu abuela, la que leíste en una recopilación de cuentos folclóricos de Los Hermanos Grimm, la que le contaron a un amigo tuyo cuando era pequeño o la que escuchaste cierto día en un cuentacuentos? He ahí la riqueza de los cuentos folclóricos, que no poseen una versión fija, cada versión y/o adaptación es una creación única que mantiene las piezas clave de la historia pero modifica elementos o situaciones sin dejar que el cuento pierda su simbolismo.
Hoy quiero contribuir a la literatura folclórica aportando
una adaptación de un cuento que escuché hace unos días llamado La Princesa y
los Siete Bandoleros.
Como no quiero adelantar acontecimientos y prefiero que el lector vaya descubriendo por sí mismo los cambios realizados, al finalizar hablaremos de las modificaciones y su porqué, así como de la edad a la que el cuento está adaptado.
Allá va, espero que os guste…
LA PRINCESA LUNA Y LOS SIETE VIENTOS
Un día, la Reina salió a dar un
paseo nocturno por las nubes y le cayó encima una fuerte tormenta a la que no
sobrevivió. Tras la muerte de la Reina, el Rey Sol decidió casarse con Lady
Tempestad, que poseía una belleza especial y de cara a su esposo trataba a Luna
con mucho cariño, pero la cruel realidad era que Lady Tempestad odiaba y
envidiaba la dulzura y la belleza de la Princesa. Es por eso que, cierto día,
ordenó a un soldado llevársela lejos del Reino del Cielo y matarla.
La Princesa Luna estaba harta de
no poder salir del reino, así que aceptó aquella “excursión” entusiasmada. El
soldado obedeció y llevó a la Princesa, entonces en forma de luna menguante,
lejos del Palacio donde vivía, la llevó a la zona más alejada del reino,
Invierno Helado, allí hacía mucho frío Y la nieve era muy espesa. El soldado al
verse incapaz de realizar tal acción le dijo a la niña:
- ¡Huye!
¡No regreses a Palacio, Lady Tempestad te odia y me ordenó matarte!
Así, el soldado le pidió a la Princesa que le entregara su capa, se hizo una herida en su mano con su cuchillo y llenó la capa de la Princesa Luna de sangre. Cuando llegó a Palacio, el soldado confesó la desaparición de la hija del Rey Sol y mostró su capa llena de sangre como prueba de su “muerte”
La Princesa, se recorrió todo Invierno Helado hasta encontrar un lugar donde reposar. De repente, pudo ver a lo lejos un iglú asentado en una enorme nube en forma de tortuga. Se acercó hasta allí, al ver que estaba vacío y cómo se encontraba muy cansada y tenía mucho frío, se metió a descansar dentro.
Al anochecer, Los Siete Vientos llegaron al iglú y al ver a la niña le preguntaron:
- ¿Qué haces aquí?
- Ay….pues es que….me perdí y llegué hasta aquí. No se volver a mi casa.- Contestó la Princesa.
- ¿Quién
eres, cómo te llamas?- Insistieron
La Princesa, que los oyó llegar, por miedo a ser reconocida, había cambiado su forma a luna creciente y contestó:
- Me
llamo Eclipse, vivía en una humilde casa, mi madrasta me odia y es por eso que
escapé.
Los Siete Vientos, al ver que era inofensiva, decidieron que se quedará con ellos a vivir.
- ¿Quiénes sois vosotros, a que os dedicáis?- Preguntó la Princesa Luna, que ahora se hacía llamar Eclipse.
- Somos una banda de ladrones, pero nos
hacemos pasar por una compañía de teatro, nos llamamos Los Siete Vientos. El
Gobernador de nuestra zona es un ser avaricioso e injusto y nos dedicamos a
actuar en las mansiones y castillos para robar a los ricos y ayudar a los pobres. Somos fuertes y
aguantamos muy bien el frío, soplamos con mucha fuerza y nadie nunca ha
conseguido atraparnos.
Los ladrones comenzaron a presentarse uno por uno:
- Soy
Tramontana, el viento frío del Norte.
- Yo
soy Levante, el viento seco y cálido del Este.
- Me
llamo Poniente, soy el viento frío y
húmedo del Oeste.
- Yo
soy Cierzo, un viento fresco, fuerte y rápido.
- Yo
me llamo Huracán, provoco vientos que arrasan con todo lo que se cruza por mi
camino.
- Aquí
Tornado, me desplazo con fuerza en forma de peonza.
- Yo
soy Vendaval, el viento fuerte que sopla de la mar.
Tornado, el jefe de la banda, se dirigió al resto de los ladrones y les dijo:
- Escuchadme
bien todos, vamos a dejar que Eclipse viva con nosotros, la trataremos como una
hermana y mientras nosotros estemos fuera, ella se encargará de cuidar el iglú.
Así pasaron los años, mientras los Siete Vientos asaltaban a los ricos y ayudaban a los pobres, “Eclipse “cuidaba de la casa. Toda la banda se estaba encariñando con la niña, especialmente Tornado, que se había enamorado de ella pero debía disimularlo ante sus compañeros para que no hubiera problemas. Lo mismo le ocurría a la Princesa, se había enamorado del jefe de la banda…
Una noche, la banda discutía mientras cenaba:
- Esto no puede seguir así, la situación no mejora…- Dijo Cierzo
- Sí.
Tienes razón, tenemos que hacer algo…- Contestó Vendaval
Entonces, Poniente propuso lo siguiente:
- Tenemos
que viajar hasta Palacio y hablar con el Rey Sol.
-¿Cómo
vamos a hacer eso? Nos detendrán y no querrá escucharnos- Le respondió Huracán.
- Atacaremos
al Rey, entraremos de noche en Palacio- Dijo Levante.
- Estoy
con Levante. - Añadió Tornado – Mañana de madrugada, entraremos en Palacio,
iremos a los aposentos del Rey, le atacaremos y le robaremos todo el oro que
podamos mientras él duerma.
Eclipse, tras oír esta conversación dijo:
- Mañana es el cumpleaños del Rey Sol y habrá una gran fiesta en Palacio, podéis colaros como actores que vienen a actuar para el Rey. Yo iré con vosotros, conozco bien el Reino del Cielo y los alrededores del Palacio.
Los ladrones se sorprendieron de tal decisión, pero confiaron
en ella. Así, a la mañana siguiente, emprendieron el viaje y cuando llegaron a Palacio,
ya de noche, Eclipse les llevó a una puerta lateral secreta y sacó una llave
que había entre dos de los ladrillos de la pared. Los ladrones entraron
asombrados, subieron cerca de 500 escalones hasta llegar a la estancia más
grandiosa del Palacio, la sala de fiestas.
Se dirigieron hacia el escenario sigilosamente y comenzó la
actuación… El Rey, que se sentaba junto a Lady Tempestad en una mesa en el
centro de la sala,no recordaba haber contratado ninguna compañía de teatro,
entonces, empezó a llamar a los guardias:
- ¡Guardias,
guardias, detengan a esos impostores!
Todos los guardias del Rey Sol se abalanzaron sobre la banda, pero los Siete Vientos comenzaron a soplar con toda su fuerza, los guardias se iban cayendo uno tras otro, ninguno conseguía llegar hasta ellos; los invitados estaban todos por los suelos, los relucientes vestidos de las doncellas se habían llenado de porquería, las mesas y sillas volaban por toda la sala, aquello era un auténtico caos.
De repente el Rey Sol se levantó enfurecido y comenzó a
desprender un calor terrorífico que debilitó a los Siete Vientos. Eclipse, tras
muchos esfuerzos, entre vientos atroces y calor abrasador, consiguió plantarse
frente a su padre, que se quedó paralizado al instante:
- Hola
Padre, sí soy yo, tu hija Luna, mi nombre se debe una mancha de nacimiento en
forma de luna que tengo escondida en mi cuerpo y sólo la familia conoce. Si
quieres te la enseño para que compruebes que soy tu hija.
- No
tranquila, te creo, siempre he sentido que seguías estando viva. Cuánto has
cambiado… ¿Por qué no regresaste antes?
- Lady
Tempestad ordenó llevarme lejos de este Reino y matarme, pero el soldado no
quiso hacerlo y me dejó escapar. Le entregué mi capa y el soldado la manchó con su sangre para
fingir mi muerte. Recorrí todo Invierno Helado y acabé
en el iglú de una banda de ladrones, Los Siete Vientos, gracias a ellos estoy
viva: me han dado comida, ropa para soportar el frío y me han tratado cómo una
hermana. Además estoy enamorada del jefe y me encantaría casarme con él.
- Guardias,
lleven inmediatamente a Lady Tempestad a las mazmorras- ordenó el Rey Sol.
Lady Tempestad lloraba tras su fracaso mientras era
arrestada. Los ladrones, no podían creer lo que estaba sucediendo…
Así, al día siguiente, el Rey Sol decidió expulsar a Lady Tempestad del Reino del Cielo, nombrar capitán al soldado que no quiso matar a su hija, castigar al gobernador de Invierno Helado y ayudar a los pobres de la zona y convertir a los ladrones en soldados del Rey.
Además, la Princesa Luna y Sir Tornado celebraron su boda,
ella estaba espléndida, había tomado forma de luna llena y brillaba más que
nunca…
... y colorín colorado, este cuento se ha acabado, si quieres que te lo
cuente otra vez cierra los ojos y cuenta hasta tres.
Ahora sí, analizaremos los cambios realizados:
En primer lugar, aunque considero que es un cuento apto para
otras edades, he decidido adaptarlo para niños de 5-6 años. En estas edades,
los niños se encuentran en la etapa preoperacional, según los estudios de Jean
Piaget. En esta etapa y sobre todo en esta edad de 5-6 años, los niños
presentan un rápido aprendizaje, intelectualmente están más maduros y pueden
prestar atención por más tiempo, así como seguir el hilo de una narración.
Además, la mayoría manifiesta un gran desarrollo del lenguaje y una viva
imaginación, por lo que muestran gran entusiasmo por los cuentos y las
historias.
Vladimir Propp analizó multitud de cuentos folclóricos para determinar las características comunes entre ellos y pudo observar la siguiente estructura interna:
- Situación Inicial: Se presenta al personaje principal y el entorno.
- Las pruebas: El personaje principal debe superar una serie de obstáculos.
- Las ayudas: El personaje principal recibe ayuda de otros personajes para superar las pruebas.
- El desenlace: El personaje principal logra su objetivo y supera las pruebas. El final es feliz y normalmente hay algún cambio de categoría social de algunos personajes.
He respetado esta estructura modificando algunos elementos y
situaciones:
- Los personajes: He personificado elementos del cielo y meteorológicos: la luna, el sol, la estrella, la tempestad, los vientos, etc. En el cuento de “La Princesa y Los Siete Bandoleros” los personajes eran humanos.
- El entorno: El cuento transcurre en el cielo, mientras que la historia de “La Princesa y Los Siete Bandoleros” tiene lugar en Sierra Nevada.
- El desenlace: Las escenas que dan lugar al desenlace han sido modificadas: los Siete Vientos acuden a Palacio para asaltar al Rey y para ello se cuelan en la fiesta haciéndose pasar por actores, al ser descubiertos hay una “batalla” en la que La Princesa consigue hablar con su padre el rey y éste la escucha y toma las decisiones pertinentes.La diferencia aquí con “La Princesa y los Siete Bandoleros” es que en este cuento, arrestan a cuatro de los siete bandoleros, la princesa decide ir a hablar con el rey junto con los otros tres restantes pero son todos arrestados y condenados a muerte. Cuando llega el momento de ejecutarlos, la princesa consigue que su padre el rey la escuche.El final de ambos cuentos, terminan con un matrimonio y un final feliz.
He considerado cambiar los personajes y el entorno para que
el niño sea capaz de visualizar e imaginar los elementos del cielo
personificados, además he jugado con los nombres de Los Siete Vientos dando así
a conocer tipos de vientos, que, aunque no pretendo que adquieran conocimientos
a través del cuento, podrían aprenderlos de manera inconsciente y divertida.
En cuanto a las distintas secuencias del desenlace, he decidido modificarlas para dar un poco más de intriga y de acción; y para que no guardara demasiada similitud con “La Princesa y Los Siete Bandoleros”.
Gracias a los trabajos de Bettelheim, Propp y otros folcloristas, sabemos que los cuentos folclóricos tienen un importante simbolismo, pues describen el paso de la infancia a la edad adulta, para representar este “viaje iniciático” he utilizado las distintas fases del ciclo lunar:
·
Luna
nueva, para representar el momento del nacimiento.
·
Luna
menguante, simbolizando la adolescencia.
·
Luna
creciente para la juventud.
·
Luna
llena cómo símbolo de haber pasado a la vida adulta.
El matrimonio final es habitual en este tipo de cuentos y es también un símbolo de haber pasado a la vida adulta, por esa razón he considerado importante no realizar ningún cambio en ese aspecto.
Para finalizar, el lenguaje y vocabulario que he utilizado está adaptado para los niños de 5-6 años ya que es un vocabulario correcto y adecuado, sin ser excesivamente coloquial ni excesivamente técnico. Aunque es cierto, que como es un cuento para ser narrado, el lenguaje no tiene que coincidir plenamente con el cuento escrito pero sí ajustarse lo máximo posible siempre en función de la edad a la que vaya destinado.
FUENTES CONSULTADAS:
- Módulo Docente Desarrollo Cognitivo y LingÜístico ( Javier Herrero). Universidad de La Salle. Madrid.
- Módulo Docente Literatura Infantil ( Irune Labajo). Universidad de La Salle. Madrid.