A veces no sabemos lo que puede
abarcar un tema en concreto como es el caso de la Literatura Infantil que
implica desde el análisis y distinción entre libros literarios y
paraliterarios, pasando por cuentos folclóricos y adaptaciones, las distintas
formas de transmisión literaria: cuentacuentos, narración y lectura, las
creaciones dramáticas, en prosa o en verso; hasta la idea de un proyecto de
biblioteca de aula.
Tradicionalmente, la literatura
para niños ha tenido la finalidad de transmitir enseñanzas morales y didácticas
específicas. Hablamos de textos paraliterarios, textos que no pueden
considerarse literatura como tal, sino que como indica su prefijo “para” se
colocan “al lado de” la literatura. Esto no supone que tengan un valor menor o
que no deban utilizarse, sino que tiene usos distintos a los textos literarios.
No es hasta mediados del siglo XX
que cambia el concepto de infancia y sus necesidades, es entonces cuando la
literatura infantil nace como una experiencia artística y una identificación
afectiva con los personajes. La literatura infantil está enfocada a
proporcionar placer y disfrute y puede llevar consigo enseñanzas implícitas,
sin estar inculcadas, que los lectores pueden averiguar por sí sólos. Además la
literatura infantil aporta descubrimientos para los lectores sobre ellos mismos
y sobre lo que les rodea.
Hablamos, ahora sí, de textos
literarios, textos cuyo principal objetivo ha de ser artístico y debe
predominar en ellos la función poética a través del simbolismo del lenguaje,
del uso de estructuras lingüísticas y figuras literarias específicas. Además,
son textos de ficción aunque estén inspirados en hechos reales y forman parte
de uno de los tres géneros literarios: narrativa, poesía o texto teatral.
Así pues, la ficción y la
intención es lo que marca la gran diferencia entre textos literarios y
paraliterarios.
Una vez producido este cambio de
concepto y de enfoque de la literatura para niños, los autores comienzan a
crear y adaptar cuentos de acuerdo a la psicología y a los procesos emocionales
del niño junto a sus necesidades e intereses a través personajes con los que
puedan sentirse identificados. Aparecen pues, los primeros libros de
autor y tras su éxito, su proliferación.
Para un buen uso y análisis de
los textos de autor habrá que tener en cuenta:
·
Su aspecto externo y su manejabilidad, que sea
atractivo y pueda manipularse sin dificultad.
·
Las ilustraciones, muy necesarias para según qué
edades.
·
La tipografía.
·
La estructura. La lineal será la más adecuada y
utilizada normalmente.
·
Los temas que impliquen atendiendo las
necesidades y momento evolutivo de los lectores.
·
Los personajes, que sirvan para que los niños se
identifiquen con ellos.
·
Los valores que se ajusten a los receptores o
por el contrario, los contravalores.
·
El lenguaje, que sea comprensible y adecuado
para los lectores, así como el empleo de la función poética y estructuras
literarias concretas: metáforas, repeticiones, onomatopeyas…
Tras este resumen sobre mis
aprendizajes en cuanto al primer tema, he descubierto la diferencia entre
textos literarios y textos paraliterarios, algo que a priori de comenzar esta
asignatura desconocía. Creía que prácticamente todos los libros, en especial
los enfocados a los más pequeños pretendían algún tipo de enseñanza más que el
simple hecho de su carácter artístico y su finalidad de entretener.
Conocer textos libros de autor y
realizar un análisis exhausto de uno de ellos, me ha servido para saber seleccionar
los más apropiados en función de las necesidades e intereses de los lectores.
Además he aprendido a ver los temas que conllevan de manera implícita y ver
cómo se adecuan o no al momento evolutivo de los niños. Me resulta
verdaderamente fascinante, las emociones que desprenden estos libros, que los
niños puedan identificarlas y el
poderlas trabajar con ellos de manera natural. Considero que este tipo de
libros, además de resultar de gran interés para los pequeños, va a facilitar su
desarrollo integral en especial en el ambito cognitivo y socio-afectivo.
Continuemos con los textos
folclóricos. Este tipo de textos se caracterizan por ser anónimos, por
ser transmitidos de forma oral de generación en generación durante siglos y por
poseer multitud de variantes debido a las distintas adaptaciones.
Los textos folclóricos pueden ser
en verso: retahílas de canciones y juegos, en prosa: cuentos, leyendas, mitos y
fábulas; o pueden ser representados mediante un teatro de títeres o marionetas.
Destacar en este apartado los cuentos
folclóricos y sus características comunes según Vladimir Propp:
- Situación Inicial: Se presenta al personaje
principal y el entorno.
- Las pruebas: El personaje principal debe superar
una serie de obstáculos.
- Las ayudas: El personaje principal recibe
ayuda de otros personajes para superar las pruebas.
- El desenlace: El personaje principal logra
su objetivo y supera las pruebas. El final es feliz y normalmente hay
algún cambio de categoría social de algunos personajes.
Este tipo de cuentos no pretende
que el niño se identifique con los personajes sino que llevan inmerso un
simbolismo concreto: representar el paso de la infancia a la vida adulta, un
viaje iniciático.
A la hora de hacer adaptaciones
de textos folclóricos es importante no censurar nada con excusa de que el niño
no lo va entender. Hay que modificar aspectos respetando los matices y motivos claves
de la historia.
Por lo tanto, soy consciente de
la importancia de seguir transmitiendo los cuentos folclóricos en el aula
siempre mediante la transmisión oral. Realizar las adaptaciones o
modificaciones pertinentes en cuanto al lenguaje y a las distintas situaciones
teniendo en cuenta la edad y el momento evolutivo de los niños, sin perder la
estructura lineal, los motivos clave y su especial simbolismo. También creo que
es conveniente no incluir imágenes con la narración, puesto que suelen estar
estereotipadas y no son necesarias, además van a interrumpir la capacidad de
crear o imaginar de los niños. Añadir la importancia de las fórmulas concretas
de entrada y salida como elemento de apertura y de cierre de la narración.
Los cuentos folclóricos son un
gran recurso para estimular la imaginación y la fantasía, la escucha activa y
el desarrollo del lenguaje. También desarrollan la personalidad y liberan los
miedos inconscientes. He descubierto que no todas las adaptaciones son válidas
y que existen adaptaciones muy “malas” de grandes cuentos populares que pierden
todo su simbolismo y sus motivos principales. Por tanto, soy capaz de reconocer
y seleccionar cuentos folclóricos adecuados para los niños así como adaptarlos.
El folclore ha de utilizarse como un elemento lúdico y motivador y debe reivindicarse
como tal.
Hablemos ahora de las formas de
narración literaria: cuentacuentos, narración con libro y lectura.
La hora del cuento es un momento
que los niños reciben con mucho entusiasmo y debe ser llevada a cabo mediante
una previa selección de un cuento atractivo para los niños. El narrador debe
entonar, marcar los ritmos y pausas necesarias e interactuar con los oyentes
para que éstos participen de la narración y se introduzcan en ella sin perder
el hilo.
La técnica del cuentacuentos, ideal para cuentos folclóricos,
permite crear una conexión mágica entre el narrador y los oyentes y dar rienda
suelta a la imaginación. Para ello el narrador deberá caracterizarse y optar por
un tipo de narrador u otro: cómico, misterioso, testigo… y entonar según la
elección. Además tendrá que utilizar fórmulas específicas de entrada y salida
de la historia para crear ese ambiente mágico del que hablamos, hablar claro y
despacio, detener o acelerar la narración según las distintas situaciones,
marcar el ritmo y las pausas necesarias dentro de la narración para interactuar
con los oyentes.
Para la narración con libro,
es imprescindible mostrar las imágenes puesto que está pensada para la
descodificación gráfica; no se trata de leer sino de narrar la historia con
apoyo de las ilustraciones, por lo tanto la entonación y el ritmo también
jugarán un papel importante en este caso.
En cuanto a la lectura hay
que tener en cuenta aspectos como la entonación, ritmo, volumen, expresividad,
pausas, interactuación… Hay que leer despacio y vocalizando, sin exagerar ni
cambiar las voces de los personajes.
El momento del cuento para el
niño es un momento especial, es una forma de acercar al niño a la lectura, de
estimular su imaginación y de desarrollar sus capacidades intelectuales, cognitivas,
lingüísticas y socio- afectivas.
Considero imprescindible fomentar actividades de este tipo en el aula para que
el niño disfrute del placer de escuchar un cuento y para despertar en él el
interés por la literatura.
Las creaciones literarias, es
otra actividad enriquecedora para realizar en el aula. Pueden ser en prosa, en
verso o pueden ser creaciones dramáticas; los podrá realizar el maestro o
podrán llevarse a cabo mediante la participación de los alumnos, con la ayuda
de la maestra, con ayuda de los padres. Hay que tener en cuenta los materiales
que se van a utilizar: que sean sencillos y seguros. Es una manera motivadora
de implicar a los niños en los procesos de lecto- escritura, así como para
desarrollar su imaginación y su creatividad y para acercarlos a la literatura.
Los niños se disfrutarán con este tipo de actividades y se darán cuenta de sus
capacidades y habilidades para crear, inventar, imaginar... Aprenderán u nos de
otros, tendrá lugar un aprendizaje cooperativo.
Finalmente, tener un espacio en
el aula para fomentar la lectura es fundamental. La biblioteca de aula tiene
que ser un lugar cómodo y acogedor, que invite al silencio y al placer de leer.
Tendrá que estar ambientado de manera atractiva, con mobiliario adecuado a la
edad de los lectores. Los libros tendrán que estar organizados y gestionados de
manera clara y sencilla para que los niños puedan responsabilizarse y manejarse
de forma autónoma. Es importante implicar a los niños en la creación de
carteles y murales para la biblioteca, permitirles que traigan libros de casa y
que puedan llevarse a casa un libro cada semana.
He disfrutado mucho con las
actividades realizadas en esta asignatura y han sido de gran utilidad. Hoy en
día soy consciente de todo lo que la literatura infantil abarca y de cómo poder
llevarla a cabo en el aula a través de una correcta elección de libros, la
transmisión del folclore, la hora del cuento, creaciones literarias y la
creación de un espacio llamativo para despertar el interés por la lectura. Me
doy cuenta de la poca idea que tenía sobre el tema y lo informada y motivada
que termino con el mismo. Gracias